"Esta semana vamos a adentrarnos en las Administraciones Públicas, el
lugar donde desarrollamos nuestro trabajo. El Reto Semanal de este Módulo
consiste precisamente en eso, en hacer un ejercicio de
"introspección" una vez leídas las ideas clave y preguntarnos ¿qué
podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o
empleados públicos, para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres? Os
pedimos que redactéis una reflexión libre (tanto en extensión como en formato)
en vuestros Diarios de Aprendizaje, y la entreguéis como tarea."
REFLEXIÓN O INTROSPECCIÓN.
MAPA CONCEPTUAL (Una vez dentro dar a
play, y picar en las carpetitas que aparecen en algunos bocadillos que
contienen definiciones).
Como ya he comentado en otras tareas trabajo en un Centro de Protección de
Acogida Inmediata de Menores tutelados por la Junta de Andalucía. Por
consiguiente, mi Consejería es la de Igualdad, PP.SS . y Conciliación. Esta
Consejería tiene planes de transversalidad de todo tipo: integración de las
mujeres gitanas, programas para mujeres y menores que han sufrido abuso sexual,
violencia de género...
En mi Centro somos 45 mujeres trabajadoras y 12 hombres trabajadores.
Podéis apreciar que el porcentaje femenino es abrumador.
Mi reflexión sobre todo esto es algo ambiguo. Existe machismo, no solo por
parte de los escasos hombres sino que incluso algunas mujeres se restan
autoridad solicitando el apoyo de los hombres cuando tienen un conflicto con un
menor. El menor se valentona y la persona del equipo educativo pierde
autoridad y legitimidad frente al menor o la menor que ha conseguido su
objetivo de acobardar a la educadora o monitoria.. Incluso ellas mismas muchas
veces dicen que deberíaN haber más hombres trabajando porque imponen más
respeto. Es decir, el machismo no es solo cosa de hombres, algunas mujeres, no
todas, también lo fomentan inconscientemente.
A parte de los micromachismos (como un piropo), el lenguaje inclusivo y no
sexista apenas se aplica. Hablamos entre nosotros de los vigilantes, los
cocineros, los educadores, los..., los..., siempre utilizando el masculino,
cuando por ejemplo en cocina sólo hay un cocinero y las otras cinco son
mujeres. En el equipo educativo igual de lo mismo, tres hombres y
veintitrés mujeres. Sin embargo, siempre el subconsciente nos traiciona y
hablamos en términos masculinos.
Otra cosa es la Ley y otra la realidad. "Entre el dicho y el hecho,
hay un gran trecho". La Ley o Leyes son muy igualitarias y transversales y
todo lo que queráis, pero la realidad no lo refleja. Sigue habiendo un gran
abismo entre lo que regula la Ley y la cotidianidad diaria. Y aunque el
movimiento feminista cada vez tiene más fuerza y se va asentando lentamente,
todavía hay un gran camino que recorrer.
Uno de los grandes logros conseguidos, por lo menos en mi ámbito laboral ha
sido la Conciliación de la vida familiar y laboral, sobre todo con el tema del
Covid-19 y el teletrabajo se ha conseguido que muchas personas hayan visto
factible y efectivo dicha forma de trabajar. Aunque en nuestro caso, pocos se
han podido acoger al teletrabajo: no se puede cocinar, vigilar o educar desde
casa cuando teníamos a 26 menores confinados durante casi tres meses y
nosotros/as fuimos catalogados como trabajo esencial presencial, lo que provocó
una avalancha de bajas increíble. De 57 personas, quedamos 21 trabajando, las
bajas se cubrieron en 24 horas contratando a más de 30 personas de todas las categorías.
Para finalizar voy a hablar de mis menores. Entre los chicos y chicas que
tenemos hay mucho machismo. No puedo saber si es por su educación disruptiva
recibida, porque es lo que aprecian en la calle, por el odio o discriminación
que todavía se aprecian en los medios de comunicación e internet, e incluso en
la música que escucha la juventud, con letras muy machistas, o por el motivo
que sea. Muchos y muchas son muy violentos/as, y tienen cierta predisposición a
atacar a sus madres, porque la mayoría de las veces son ellas las que entregan
la tutela a la Junta porque llegan a un punto que no pueden controlar a sus
hijos o hijas.
Por eso me ratifico en que la Ley es divina, pero la realidad no sigue tan
de cerca a la Ley. El camino es largo. Yo, personalmente, me he puesto las
gafas violetas, no sabía que existía ese concepto hasta que empecé a hacer este
curso y ahora miro mi alrededor de otra manera.
Y para finalizar como me gusta la música una canción de Alaska y Dinarama:
No hay comentarios:
Publicar un comentario